Cuando Nina es salvada de una paliza por David, el niño “inmortal”, decide que a pesar de su violencia será su amiga. No importa nada. Ni la psicóloga, ni el trabajo en la huerta, ni el secreto terrible que guarda celosamente en la quebrada. La decisión de Nina es tan grande, y la hará pasar por tantas pruebas, algunas realmente difíciles, que su fuerza terminará no sólo revelando lo que el niño cultiva rabiosamente en el lecho de lodo, sinó toda la historia aterradora que ha llevado al niño al lugar donde se encuentran. Al sacar su pasado a la luz, Nina consigue lo imposible: darle sentido al horror y la injusticia de la pobreza. Aunque las condiciones que propician la existencia de un personaje como David, el “inmortal” surgen de manera contundente, No comas renacuajos continua siendo una de las más profundas declaraciones de amor.
Francisco Montaña nació en Bogotá, estudió guión de cine en Moscú y filología en la Universidad Nacional de Colombia, donde actualmente trabaja como profesor de cine y televisión. Ha escrito series infantiles y juveniles para la pequeña pantalla y obras dramáticas para jóvenes. Es autor de Las primas del primíparo Juan, Bajo el cerezo, Los tucanes no hablan y Cuentos de Susana, entre otros. Además es traductor y poeta. Su obra literaria está cargada de realidad y asume en ella un compromiso con sus raíces y con la historia de su país.