Música y cerveza es la historia del Pub Rock, un fenómeno musical nacido en Londres, paradojas de la vida, de la mano de una banda norteamericana llamada Eggs Over Easy. El negocio musical de la primera mitad de los años setenta estaba dominado por solistas y bandas que coleccionaban, apoltronados en sus lujosas mansiones, discos de oro y platino. Ante esta situación, un puñado de jóvenes músicos centraron su actividad en los pequeños pubs, volviendo al rock más tradicional y a los conciertos cara a cara, lejos de los grandes estadios y de los ampulosos montajes que impusieron los llamados dinosaurios del rock. Con discreción, pero con enorme convencimiento en todo aquello que hacían, consiguieron crear un circuito estable de pubs que pronto adquirió una fiel clientela. El periodista de turno lo bautizó y el Pub Rock alegró durante poco más de cuatro años las noches londinenses hasta que llegó la generación del imperdible con el punk. La escena Pub Rock de Londres fue el terreno abonado para el desarrollo de talentos como Nick Lowe, Mark Knopfler, Elvis Costello, Paul Carrack, Joe Jackson, Graham Parker, Ian Dury o Joe Strummer. Músicos de reconocido prestigio que aprendieron el oficio gracias a unos entusiastas promotores que vieron en los pequeños pubs de Londres una puerta al futuro. «Para mí, el Pub Rock es sólo la música que se toca cada noche acompañada de una buena cerveza en la mano». Barry Richardson no lo pudo definir mejor.