Buzzcocks, Magazine, Joy Division, John Cooper Clarke, The Durutti Column, Ludus, A Certain Ratio, New Order, The Fall, The Blue Orchids, The Smiths, James, 808 State, A Guy Called Gerald, Happy Mondays, Stone Roses, Autechre, Chemical Brothers… las camadas de Mánchester se expandieron como renglones nerviosos de un destino sellado desde finales de los 70 hasta la transformación en Madchester y, desgraciadamente, en Gunchester. El sonido de una ciudad de florido rizoma genético, que se confunde entre la caldera punk, el mega-ritmo post-punk y el descubrimiento de la rave como chute necesario en el crossover dance-rock más extasiado que se recuerda. De la endogamia existencial de Ian Curtis al fragor estroboscópico en The Haçienda, de New Hormones a Factory, las escenas se escriben solas: las de una generación que llegó a ser, al menos por un tiempo, auténtica capital del mundo pop. Como bien dijera Tony Wilson, ser de Mánchester era lo más cool, pero también que unos nacen para hacer dinero y otros para hacer historia. La que se recoge entre estas páginas cortadas con la maña de un camello VIP. ¿O podía ser de otra forma?
Marcos B. Gendre (A Coruña, 1978) es cofundador y redactor del magazine alternativo lazancadilla.com. Además, es colaborador de otras publicaciones como Tiu Mag, El Salto o Zona de Obras y en la actualidad escribe también para las revistas Rockdelux, Mondosonoro y This Is Rock. Entusiasta musicólogo, caníbal discográfico, Gendre comienza su labor ensayística musical con el aclamado 200 discos de bolsillo: 1977-91. Una historia alternativa en formato pequeño (2013). Fila india de críticas entusiastas, tras este proverbial punto de partida y obras sobresalientes como Vainica Doble. La caricia del pop (2014); Hüsker Dü. Encrucijada en la cumbre (2016); The Go-Betweens. Necesito dos cabezas (2016) o Miles Davis. Big Bang oceánico (2018), escogidos todos entre los mejores libros del año por Rockdelux, Mondosonoro y otras publicaciones. Ahora le llega el turno a Mánchester. El sonido de la ciudad, su esfuerzo más ambicioso hasta la fecha. Siempre con la cabeza en ebullición, su incesante actividad tiene previstos nuevos puertos de atraque en sendos acercamiento a Pata Negra y el pop independiente experimental de los 80.