Cuando la lluvia cae sobre el bosque toca cada rama y cada rama responde de una manera. Unas dejan deslizar el agua, otras se empapan, otras se mueven. Quizás este libro sea así, como una lluvia cuyas gotas, ojalá, contribuyan a despertar las ganas de juntarnos para transitar este momento de incertidumbre con la certeza de que el futuro no está predeterminado. Con la convicción de que el futuro dependerá de lo que hagamos ahora.
Imaginar otras formas de vivir en común exige rescatar las que ya existen. María narra las historias de quienes, en las esquinas, se empeñan en tener esperanza. YAYO HERRERO